martes, 26 de mayo de 2009

LA COCINA CARIBEÑA: RICA COMO LA BRISA DEL MAR


Todo empezó con la llegada al Caribe de Cristóbal Colón en 1492. Tan impresionado quedó el gran Almirante con la belleza de las islas, su rica vegetación, la variedad de sus frutas y sus exóticas plantas, que pensó que había llegado al Paraíso.

Un paraíso formado por unas 7000 islas que brillan como gemas en el mar, ocupando un territorio de unas 2,500 millas, desde el sur de la Florida hasta Venezuela.

La mayor de ellas es Cuba, seguida de la Española, dividida entre Haití y República Dominicana, Puerto Rico, Jamaica, Guadalupe, Barbados, Martinica, Trinidad, Sta. Lucía, Antigua, y otras.

El panorama cambió cuando los europeos empezaron a traer gran número de esclavos africanos, la mayor parte de Nigeria, para trabajar en las extensas plantaciones de caña de azúcar.

A lo que siguió la inmigración de miles de orientales, provenientes de la China y de la India, que fueron traídos para trabajar como peones agrícolas y sirvientes, deviniendo muchos de ellos en excelentes cocineros.

De los criollos nació una rica cocina
Fue precisamente esta mezcla de razas la que determinó la formación de un nuevo núcleo poblacional al que denominaron creole o criollo, los que ejercieron una gran influencia en la región, lo que puede apreciarse tanto en el idioma como en la cocina de las islas.

Los platos típicos de esa cocina incluyen picantes, carnes, pescados, frutas y vegetales, destacándose entre las frutas la guayaba, la piña, el coco, el mango, la banana, la papaya, el mamey, el tamarindo, la carambola, el maracuyá, el aguacate, etc.

También abundan los vegetales, como el quimbombó, la calabaza, la fruta pan, la berenjena, el chayote, la yuca, utilizada para hacer pan, el boniato, los frijoles y el ají, entre ellos, el chile.

Mientras que en las costas encontramos gran variedad de pescados, camarones, langostas, cangrejos y una cantidad interminable de moluscos y otros exóticos frutos del mar.

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